Los lindworm son criaturas fantásticas originadas en su mayoría del folclore y de la mitología montañesa de Europa central y Escandinavia. Si bien se encuentran principalmente en Suecia, también están presentes en otras culturas y en muchas otras situaciones, pero de manera esporádica.

Las leyendas cuentan que estas criaturas estaban a medio camino entre el dragón y la serpiente. Se trata, pues, de reptiles de tamaño variable que poseían patas (a menudo, solo dos, pero a veces cuatro) y una sola cabeza; pero, a diferencia del dragón, el lindworm estaba desprovisto de alas.

En la mitología nórdica “La serpiente de Midgard”, de la cual hablaré en otra ocasión, es el más prominente de los lindworm. Cuenta un relato alemán del siglo XIII la historia de un lindworm que vivía cerca de Klagenfurt. Las inundaciones amenazaban constantemente a los viajeros a lo largo del río, y culpaban de ello a la presencia de un dragón. Cuenta la historia que un duque ofreció una recompensa a todo aquel que pudiera capturarlo. Unos jóvenes ataron un toro a un árbol con unas cadenas, y cuando el lindworm salió para devorarlo, funcionó como un anzuelo, lo capturaron y lo mataron.

También podemos relacionarlo con la leyenda del gusano de Lambtom, en Inglaterra, un noble atrapó una serpiente en un río, e incapaz de matara, la tiró a un pozo. La serpiente creció desmesuradamente y aterrorizó a la campiña de Durham mientras el noble del lugar estaba en las cruzadas. Al volver, mató a la serpiente que no mató en su tiempo. Y como estas, muchas otras historias y leyendas por toda la mitología Europea.

En general, se supone que estos seres aparecían en los cementerios y las iglesias, ya que se alimentaban exclusivamente de cadáveres humanos, o bien erraban por los valles, cerca de las granjas para consumir el ganado.  Estos reptiles no fueron siempre considerados tan peligrosos como los dragones, pero las criaturas supuestamente observadas eran siempre descritas como repugnantes.

Para los europeos medievales cristianizados, los lindworm representaban plagas tales como la guerra o la peste. Pero, a pesar de los defectos que les atribuían, todavía en la Edad Media se pensaba como en la época pagana que poseer la piel de un lindworm concedía mejores conocimientos en medicina y en la naturaleza. Esta creencia encontraba su origen en el simbolismo de la serpiente (las mudas de la serpiente y del lindworm eran consideradas como un símbolo de renacimiento en una gran cantidad de culturas).

Los dragones esculpidos sobre los drakkars eran denominados dreki en nórdico antiguo. Este término era utilizado para describir los dragones y los lindworm antes de la aparición de palabras más precisas. En Suecia y en Dinamarca, donde la palabra lind significa tilo, los lindworm eran esculpidos sobre estos árboles a los cuales estaban consagrados para protegerlos.

Las serpientes-dragones eran a menudo dedicados a las forjas y numerosas leyendas hablan de serpientes-dragones que poseían una espada extraordinaria.